En torno al COVID-19 brota viral/virtualmente el siguiente movimiento: colegas, entre estos, psicoanalistas, ofreciendo atención gratuita hasta que pase la cuarentena, por supuesto, por vídeollamada. Producto también de una suerte de interpretación apresurada del fenómeno por parte de los gremios y colegas, creo, se derivan los siguientes problemas:
-Pensar la atención por videollamada como algo del lado únicamente de la contingencia. Como un recurso, ¿menor? ¿solo para emergencias?
- Da cuenta de la concepción de los psicoanalistas sobre la teoría: cuerpo, presencia, transferencia, etc.
- No cobrar por ello, puede ser una decisión de cada analista, pero ubicarlo como una posición institucional/gremial/¿ejemplar?/¿políticamente correcta?/¿solidaria?, considero que nos presenta otro problema mayor: creer que ahí no hay posibilidad de psicoanálisis; socialmente hablando, el idilio del cobro con la gratuidad, ¡cobra! una consideración social acerca de la misma práctica psicoanalítica.
- No es una postura coherente con el dispositivo del psicoanálisis, porque la gratuidad paga también un precio en la neurosis del paciente.
Planteo estas cuestiones que van más allá de las sesiones individuales y es una postura que se hace extensiva incluso institucionalmente.
Partiendo de que se trata de lecturas rápidas, apuradas, ¿desesperadas? (en el lecho de "tener que hacer algo mientras no se atienden pacientes "presencial" y ¿no quedar en el olvido en el campo de la atención salubrista?), no se está tomando la variable de un cambio en función de lo imaginario y el orden simbólico; en que, no sabemos pues, si la coyuntura es permanente o a qué condiciones políticas nos deberemos de ajustar en los meses venideros, siguiendo si se quiere la posición paranoide de Agamben en la incipiente Italia de la cuarentena: un totalitarismo de la salud que destina al confinamiento alargado y de restricciones a la movilidad física. Y, por cuánto tiempo podrán aguantar los psicoanalistas y demás haciendo cristiana caridad y, ejerciendo qué (pensando acerca de su ética).
Carlos Silva Koppel