jueves, 3 de diciembre de 2009

La Ayuda Social: Una mentira más.

Sencillamente, empezando por las “Pattys”, las “Chichis”, las “Lulis”, las “Cuquis”, las “Titis” y todos los diminutivos esnobistas para señoras casadas de alta alcurnia que puedan existir, que hacen una excelente labor social en fundaciones y organismos de corazones y familias de Jesús, hasta fundaciones de gran prestigio empresarial que manejan sumas cuantiosas de dinero, y por supuesto los gobiernos, que ejercen una labor social, para mantener conciencias y bolsillos limpios.

Lacan, en “Ética del psicoanálisis”, menciona que el egoísmo se satisface muy bien con el altruismo, ubicando al que “ayuda” en un nivel de utilidad, y al beneficiado y una posición de utilizado. A partir de lo descrito: no se trata del otro, siempre se trata de uno mismo. Se usa al otro “necesitado”, para el bien de sí mismo. Y con ésta lógica, es necesario que exista ese otro “necesitado”.

En la cooperativa “Esmeraldas Chiquito” de las Malvinas, un populoso sector al suroeste de Guayaquil, producto de la migración interna, hubo un incendio que afectó a 100 familias, el 20 de noviembre del 2009. Las casas se encendieron tan rápido como puede incendiarse una estameña, es porque, todas las casas eran de caña. La ayuda del municipio y gobierno no dejó mucho tiempo de espera, asistieron rápidamente a las familias desamparadas. Entre algunos papeleos, se estipuló construirles casas de cemento a las 120 familias.

Estas familias que antes vivían en condiciones deplorables, ahora vivirán de una manera más digna, gracias a la ayuda del gobierno y el municipio ¡Mentira! Después de dos semanas del incendio, las familias que no fueron afectadas por la gran hoguera, amenazan ahora con quemar sus casas, porque ellas también necesitan ayuda.

Es necesario que existan estos populosos sectores, que existan los pobres, para justificar una posición de poder, del poder Estatal en este caso, si no, no hubiera qué ofrecer, qué dar. Con la denominada pobreza se puede ofrecer. Se ofrecen; salud, vivienda, alimentación, etc. La única manera de acabar con la miseria económica, es con la intervención Estatal. Muy bien se pudieron construir las casas sin necesidad que haya incendio. Justificar un trabajo, una buena labor social, asienta mejor en la figuración política.

En algunas partes del mundo, y aquí en Ecuador, hay una fundación entre otras, que maneja millones de dólares para la llamada “ayuda social”. Pues aquí en el Ecuador se llama JUCONI, cuyo objetivo es erradicar el trabajo infantil, nada más. En sí se chantajea a las familias “beneficiadas” diciéndoles que si sus hijos vuelven a trabajar a la calle, se le quitarán los beneficios, que en realidad son minucias. Efectivamente los niños dejan de trabajar y la fundación cumple con su objetivo final. Una fundación millonaria, aquí se desempeña sólo en Guayaquil y maneja una población de 80 familias. En una ciudad de dos millones y medio de habitantes y donde el 60% es “pobre”. Y hablemos en datos estadísticos, no porque sean confiables, sino porque es en éste idioma cómo estas instituciones hablan.

Por lo tanto, es necesario que exista un otro “víctima”, “pobre”, “enfermo”, “necesitado”, tanto para justificar el trabajo de instituciones millonarias que no pagan impuestos, la existencia de dispositivos de poder como el gobierno, municipio, como para lavar conciencias o sentirse útil. Porque después de todo, el trabajo social tan mal pagado y duro que pueda ser, de la boca de algunos alcahuetes sale: “Sin embargo es muy gratificante”.
Se denigra al otro, hay una suerte de refuerzo de la división de clases. La dignidad del llamado “pobre” se hunde al encuentro con otro mesiánico, que lo tiene todo y lo puede ayudar. Éste beneficiado a su vez, quiere más y exige más. Se refuerza la “pobreza” que imaginariamente se trata de extinguir y que después de todo, la primera intención es la que cuenta.

5 comentarios:

Alicia Dadá y Asesina sin sueldo dijo...

De acuerdo en tu critica a las fundaciones pero el poder estatal no se fundamenta solo porque exista la pobreza, tiene otras implicaciones que tienen que ver mas con la palabra "Ejecutivo". Pensemos por ejemplo en otros paises donde el Estado hace las veces de administrador de ciertos recursos que se suponen pertenencen a los habitantes del lugar.

Con esto no niego que el Estado utilice las situaciones de pobreza para tener un nicho para sus promesas dentro del discurso politico , es mas resultaria genial que todos quemaran sus casas como medida de poder sobre el Estado pero no es el fin unico y no solo en teoria sino en la practica del estado ni su razon de ser, quizas no quisiste decir eso pero se puede entender por ahi.

Saludos, me ha alegrado mucho coincidir en muchos plantemaientos contigo

papillons dévorants dijo...

el altruismo y el perdón es solo para calmar nuestras propias conciencias...

Carlos Silva dijo...

De acuerdo. Y la conciencia es una manifestación del miedo.

Vic Vega dijo...

De acuerdo con muchos de los planteamientos, aunque es necesario entender lo que vendría a ser "el revés del envés", por así decirlo: indudablemente el altruimo no existe y es una forma de limar las asperezas de la propia culpa. Sin embargo, en un sentido concreto, en muchas ocasiones la asistencia social termina dándole a seres humanos una vida mejor e incluso mejores oportunidades. Ojo, no digo que eso sea así en el caso citado. Tampoco defiendo la labor del estado ni excluyo la intención ideológica de dominación que hay detrás de la praxis asistencialista. Sólo pongo en cuestión qué tan valiosa o perjudiciar puede ser esta, en tanto existen instituciones que son capaces de mejorar de manera real las condiciones de vida y las posibilidades de "progreso" de unos cuantos seres humanos. ¿Acabamos con la ayuda social, por ser toda esta una mentira? ¿Deconstruimos los paradigmas tradicionales sobre los cuales se cimienta para elaborar unos que no atenten contra la dignidad de las personas que reciben ayuda? Son preguntas que no esperan respuesta, sino que simplemente problematizan un poco el título del post para dar algo qué pensar. Saludos.

Carlos Silva K. dijo...

Muchas gracias por el comentario. Comparto tu postura. La pregunta podría ser también ¿Qué es precisamente lo que se debe de hacer?... Quizá, podría ser mejor no hacer nada.