domingo, 12 de septiembre de 2010

Trastorno psic-o-nline

Pareciera reciente, pero ya es una práctica que tiene algunos años llevándose a cabo; podría decirse que la Psicología ya se encontraba enferma a causa del mercado y ahora su vida entra en agonía con la llegada del mundo online. Puede ser hasta beneficioso que algunos llamados psicólogos hagan su bloggsito, pero diagnosticar y atender vía online, ya es otra cosa. Se piensa que al ver cosas como ésas, podríamos estar creyendo que se atenta contra la ética.

Difícil es entender esto de la ética dentro de la Psicología, inclusive se consideraría como precaria por su sostén epistemológico. Igualmente es harto complejo hallarla, pero definitivamente no hay que pensar que se la va encontrar en el manualito de la escuela bajo la forma de estatutos y reglas. Aunque estuvieran bien articuladas (cosa que no sucedería, por los fines que persigue un manual de estatutos), aún así fuera incumplido o malentendido. Es que la ética es una cuestión que netamente tiene que ver con la parte subjetiva de este ser llamado psicólogo.

Buscando blogs sobre el tema mencionado, se puede encontrar la gracia de la atención online, que verdaderamente no fue meritorio a sorpresa. Y ¿qué puede esperar uno cuando de psicólogos y supervivencia se trata?. Pero es esta idea de tratar de venderse desesperadamente e insistir de sostener su rol, profesión, oficio, de alguna manera. Una especie de avidez de sentirse útil y también de poner a prueba la utilidad de lo que supuestamente sabe; lo que delimita con la angustia de pensar, en que no fue un desperdicio pasar por la universidad 5 años para estudiar Psicología, que para mala suerte de este sujeto, así es. Cosa que también se trata de tranquilizar con un posgrado, sin embargo, es la misma situación.

Entre muchos blogs, en uno de Guayaquil por ejemplo, se dictan los síntomas de algunas patologías, hasta de manera sugestiva sin referencia alguna (sin que esto lo justificase); también se dan tips de cómo realizar una labor psicológica de manera hegemónica sin tener consideraciones abiertas a otros paradigmas, tal como saber de experto. Quien entrare a aquél blog, se convertiría de alguien que demande, a un potencial cliente. Leer eso da muestra por dónde anda la cuestión psicológica local: buscar clientes sin importar su precio.

Es que tiene que ser una algarabía suponer que se sabe algo que los demás no saben. Una suerte de pastor de iglesia, acarreando ovejas a partir de sus propios cerdos. Este parque de diversiones de síntomas, certificados por los payasos dueños de circos ¿podría dar derecho de hablar de síntomas y trastornos, y encima brindar atención online? Pensando en el origen de estas dos descripciones: el diagnóstico y la atención psicológica, ahora peor por esta vía; soportados por la oferta y la demanda del mercado psicológico. “Dime qué ofreces y te diré de qué careces”, bien encaja cuando de psicología se habla. Dirán algunos: “pero hay que comer”.

Una suerte de inocencia de adolescente, y ¿quién está privado de aquél derecho? La respuesta es que (…) nadie. No se le puede decir a nadie que no cometa salvajadas, sin embargo, se puede inducir a someter a crítica tales publicaciones, como todo, inclusive esto.

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