Hace tiempo
quería presentarles a Joseph Schumpeter para poder abordar algunas nociones del
concepto tan manoseado de democracia.
Hoy ya lo
hablamos poco, esto, ¿Qué es Democracia? Al menos en lo local solo lo pensamos
a partir de lo que han dicho nuestros colegas intelectuales del medio. Algo de Habermas por aquí y
algo de Rancière por allá. Sin olvidar
el comentario que hemos escuchado sobre Toqueville y su Democracia en América.
Schumpeter
en Capitalismo, Socialismo y Democracia
apunta que lo que podemos entender como democracia, lo haríamos en el sentido
rousseuaniano que implica la colectividad.
Sin duda es una visión contractualista.
Se superpone el voto del pueblo para tomar decisiones políticas, antes
de cualquier ejercicio del poder.
Sumemos a esto que es el “pueblo” mismo quien controla quién está en el poder, cuidando de que no se convierta en una élite dominante.
El sentido
que le da Schumpeter a la democracia
es revolucionario, en tanto, sostiene la constante observación de parte del
pueblo a quien gobierna. Con
esto resolveríamos algunos problemas, en los que, hemos sido testigos ya de qué
es lo que ocasiona el poder entre los seres humanos que lo ansían; la
ignominia, la anomia social, el autoritarismo, etc.
El dilema
ocurriría en si el pueblo, ¿tiene la capacidad suficiente de elegir a los más
aptos para gobernar? Es un falso dilema cuando cada elección se produce en x cantidad de años, sin la potestad de
poder retirar del poder al que no está apto.
A lo que podemos agregar que el “pueblo”, puede ser tildado de caprichoso
análogamente a que tiene una mente de consumo. Pero no se cumplen con los tiempos suficientes para que aprenda.
Como
comentario: para que haya democracia, debe haber ciudadanos políticamente
involucrados. Lo que ya es sabido, al
poder no le conviene y las instituciones (educativas) que son las responsables
de formar ciudadanos críticos y políticos, muchas veces o no lo hacen o son
parte de la ideología que alimenta a un gobierno, convirtiéndose en centros de
adormecimiento o lo que puede ser peor, de adoctrinamiento.
En
Schumpeter si el pueblo no tiene capacidad para influir en el gobernante, no
existe la democracia. Lo que sería
ajustado a la realidad ecuatoriana de la siguiente manera: si el pueblo tiene
que paralizarse y hacer uso de las calles para que un gobierno escuche, es
porque no existe la democracia.
Carlos Silva Koppel
Psicoanalista
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