jueves, 7 de agosto de 2008

Velis Nolis

¡Maldita lucha vana!
Dejaste la espada atravesada,
su desnuda piel reclama,
sus ojos besan tus pies,
pero sin piedad matas,
arde, veo como sufre,
todos ignoran, todos callan.
luego muere,
se van y esperan su turno.

Ruedo por su derrota y te encuentro,
Te miro y digo:

¡Tú!
ser que no vivió jamás,
¿esperas la recompensa anhelada?
Del sitio donde la nada es de nadie,
donde frías ortigas comen descalzos pies,
donde todos atisban,
pero no adivinan la impotencia de no ver,
mientras piensas las rocas labrar,
la arena recoger,
la ceguera inca en el camino,
lloras al cansancio, tragas su sed,
caes, te levantas, sigues,
después caes y gritas…

..de nuevo caes

Fin sin comienzo, peldaños sin suelo
concupiscencia en su centro,
sube,
Prohibido regresar a ver,
los dioses gimen por escuchar tu voz quejar,
satisfácelos,
Revuélcate o duerme,
sufre entre espinas,
sin más luchar, la sangre te llevará al encuentro
callas, sangras pero miras…

escucha al suelo…

Mata, desfallece,
Cae y asesina
Conquista al ser no viviente,
Ríe a la melancolía,
¡despierta! Voz inmanente,
Se rompe el día,
no esperes,
Desgarra los cardos,
Calcina las espinas,
Alumbra al silencio,
¡ahora ves!
incandescencia alrededor
Afilado corazón terco terciado,
Camina…
No desapareces más.

Luego, me agradeces.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buen poema.
muy elocuente por sí solo.
agradable y sugerente.